viernes, 9 de enero de 2009

CARAVAGGIO, Helen Langdon


Michalangelo Merisi da Caravaggio es una de las figuras más controvertidas de la historia del arte europeo. «Algunos de sus cuadros fueron rechazados por las mismas personas que lo encargaron, por hallarlos demasiado feos. El reino de lo feo no había empezado aún», escribió de él Stendhal.
La lectura de Caravaggio, de Helen Langdon (Edhasa, 2002, trad. Roser Vilagrassa), abre un amplio horizonte para comprender la conducta y el entorno de un artista genial, acaso uno de los más influyentes de la pintura barroca. Dice Langdon que «para sus contemporáneos, su arte, nacido de los sentidos y basado en modelos al natural, casi tenía poder mágico y causaba asombro y fascinación» [...] que creó un arte católico profundamente arraigado en la espiritualidad contemporánea de la Contrarreforma». Sin embargo, era un individuo provocador y pendenciero, que acabó muerto en una playa en extrañas circunstancias.
Helen Langdon reconstruye en este libro, con detalle y vigorosa plasticidad, la vida de este hombre cuya genialidad artística apenas le servía para contener las reacciones que provocaba su descarada homosexualidad y su atracción por los barrios bajos. Un carácter extraño y díscolo que chocaba necesariamente con los hábitos y costumbres de la alta curia y los ricos hombres que le patrocinaban, en un entorno marcado por la represión, «el terror y los miedos de una época en crisis espiritual» para el catolicismo.